Capaoan, muy valiente entre los suyos. Pero ¡cómo vino! no parecía sino que había escapado de manos del carnicero, pues llevaba la nariz partida de un tajo, el brazo derecho inutilizado y con otros dos tajos, uno en la espalda, y otro en la cintura,... Cartas de los padres de la Compañía de Jesus de la Mision de Filipinas ... - Page 215 by Jesuits - 1889 Full view -
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