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juntas apoyaron despues con sus resoluciones el pensamiento emanado de fuente tan autorizada como lo es en los Estados Unidos el sentir de los hombres consagrados a promover la causa de la Educacion.

Antes de presentar a nuestros lectores sudamericanos el notable discurso con que Mr. Garfield sostuvo en la Cámara de Diputados el bill o proyecto de lei, creando una Oficina Nacional de Educacion, sancionado en la sesion anterior en el Senado, diremos dos palabras sobre la indispensable necesidad de adoptar iguales medidas, acaso con mayor latitud en las varias repúblicas sudamericanas. La carta dirijida por el respetable ciudadano Sr. Espinal al Ministro Plenipotenciario Sr. Brusual, i que nos tomamos la libertad de publicar, muestra dolorosamente la necesidad de una oficina de este jénero. La situacion de Venezuela es la misma que la de los Estados Unidos de Méjico i Colombia, repúblicas de Centro América, Ecuador, Perú i Bolivia. En Chile la Constitucion tenia designado desde 1833 un funcionario análogo al comisionado de educacion que fué nombrado hace pocos años, i cuya accion, sino del todo eficaz, ha producido mucho bien. En el antes Estado de Buenos Aires se presentó a las Cámaras este mismo proyecto de lei de los Estados Unidos, en 1857, creando un Departamento de Escuelas, bajo la direccion de un hombre conocido por su amor a la educacion. Dos años fué rechazada o aplazada la discusion, hasta que sin lei i sin designar funciones, se creó ejecutivamente un Departamento de Escuelas. Los únicos informes detallados i especiales sobre escuelas que se han publicado en la América del Sur son los que llenaron por tres años el objeto de la institucion. Los efectos sobre la opinion i los hechos no fueron menos sensibles. De diez mil niños que asistieron a las escuelas, segun el primer Informe, ascendió la cifra a 17,000 segun el tercero. Una contraprueba de la bondad de la institucion se obtuvo cuando se desvirtuó su eficacia, descendiendo a 13,000 el número de niños, tres años despues. En todo caso, siempre se obtuvo jeneralizar el empeño de construir bellos i capaces edificios de escuelas que continúa en Buenos Aires.

Desgraciadamente en la América del Sur, las mas bellas instituciones pierden de su eficacia, cambiándose en rutinas, sin espíritu, como la direccion pasa a ser simple empleo dado a los que la pretenden con todas las cualidades menos las especiales para desempeñarla.

Creemos remediar este inconveniente suministrando a los que tienen el deber de promover los intereses de la educacion una corriente perenne de ideas, datos, hechos i sujestiones, que impidan la estagnacion a que sin esto propenderian los primeros esfuerzos intentados. Sucede por otra parte, que hombres animados del mejor espiritu, se consagran a ensayar sus propios inventos, cayendo en errores, cuyos malos efectos eran en otras partes conocidos, o concluyendo, como era de temerse, por tomar por ideas propias lo que no es mas que la tradicion de las perversas ideas vijentes en épocas ominosas, i cuyos deplorables efectos estas nuevas instituciones se proponen correjir.

La difusion entre el gran número de los que se interesan en el progreso de la educación en Sur América de mejores nociones que las que sujieren los antecedentes políticos, sociales o históricos, es necesaria ademas para allanar el camino a la accion de los gobiernos, ineficaz, por bien intencionada que sea, por falta de cooperacion, si no es por resistencias que encuentran en la ejecucion.

DISCURSO DE MR. GARFIELD.

(Al terminarse en la Cámara de Diputados la discusion jeneral sobre el bill, que ya venia sancionado por el Senado, se pidió la cuestion prévia sobre aquel i las enmiendas propuestas, i obtenida que fué, i ordenada la discusion jeneral, el diputado por Ohio, Mr. Garfield habló en los térmninos siguientes:)

"Era mi intencion esponer detenidamente las razones que han obrado en el ánimo de la Comision especial para recomendar la sancion de este bil; pero veo el empeño que muestran algunos señores de que este debate termine, a fin de entrar en el de otros asuntos pendientes i puestos para hoi a la órden del dia. Limitaréme pues a hacer una breve reseña de algunos de los puntos capitales del asunto, dejando a la Cámara su decision. Espero que al mantenerme en los límites que yo mismo me señalo, no se creerá que doi a este asunto menos importancia que a otro alguno de los que llaman la atencion de la Cámara, creyendo por el contrario que no hai ningun otro mas noble, i que afecte de manera mas vital el porvenir de esta nacion.

Antes de todo, llamaré la atencion de esta Cámara sobre la magnitud de los intereses que este bill toca. Solo el intento de averiguar la suma, el monto de los gastos pecuniarios i el número de personas interesadas en nuestras escuelas, muestra la necesidad de una lei tal como la que aquí se propone. He buscado en vano datos estadísticos completos, o dignos de fé que muestren el estado de la educacion en todo el pais.

Los cómputos que he hecho han sido sacados de varias fuentes, i solo aproximativamente pueden tenerse por correctos. Estoi, sin embargo, convencido de que están mui léjos de manifestar la verdad.

Aun por la incompleta e imperfecta estadística de la oficina del censo, aparece que en 1860, habia en los Estados Unidos 115,224 Escuelas comunes, 500,000 empleados de Escuelas, 150,241 Maestros i 5,477,037 alumnos; mostrándose así que mas de seis millones de personas estan en los Estados Unidos directamente interesadas en la obra de la educacion.

No solo cifra tan elevada de personas se ocupa de educacion, sino que el Congreso de los Estados Unidos ha dado cincuenta i tres millones de acres de tierra pública a catorce Estados i territorios para el sosten de las Escuelas. En la antigua ordenanza de 1785, se proveyó que una seccion de municipio, la trijésima sesta parte de todas las tierras públicas de los Estados Unidos, seria reservada i reputada siempre por sagrada, para el sos

ten de las Escuelas del pais. En la ordenanza de 1787 se declaró que siendo "la relijion, la moralidad i la instruccion necesarias al buen gobierno i a la felicidad de la especie humana, las escuelas i todo medio de educacion habrian de fomentarse en todo tiempo." Calcúlase que por lo menos 50.000,000 de pesos han sido donados por particulares para el sostenimiento de las escuelas. Tenemos tal vez en ellas comprometidos mas intereses pecuniarios, que en otros ramos. Poseemos datos estadísticos que pueden llamarse completos sobre escuelas de solo diez i siete Estados de la Union.

La Biblioteca del Congreso no contiene informes de ningun jénero relativos a los diez i nueve restantes (hoi veinte). En aquellos diez i siete Estados hai 90,835 escuelas, 129,000 maestros i 5,107,285 alumnos, 34,000,000 de pesos destinados por las Lejislaturas para el sostenimiento perpétuo de Escuelas comunes. Apesar de las grandes contribuciones que de ellas exijió una guerra de cinco años, se impusieron aquellos, treinta i cuatro miIlones para el sostenimiento de las escuelas. En varios de los Estados de la Union mas de un cincuenta por ciento de todas las contribuciones impuestas para objetos de Estado son destinados a sostener las escuelas comunes. I sin embargo, hai quienes muestren impaciencia porque yo deseo consagrar un corto tiempo a la consideracion de este bill.

No molestaré a la Cámara repitiendo ideas que a fuerza de repetidas son ya sobrado familiares a cuantos estan aquí presentes, sobre aquello de que nuestro gobierno tiene por base la intelijencia del pueblo. Deseo por el contrario indicar que jamas en tiempo alguno han estado en mayor actividad todas nuestras fuerzas en materia de educacion. La ignorancia, la estólida ignorancia, no es ya nuestro mas peligroso enemigo. Poca hai ya de esa clase de ignorantes en la poblacion blanca de este pais.

En el antiguo mundo, entre los gobiernos despóticos de Europa, la masa de los desheredados-los parias de la vida política i civil-son en verdad ignorantes, meras masas inertes, movidas i gobernadas por una intelijente i cultivada aristocracia. Una clase no representada i sin esperanza de rehabilitacion en un gobierno, será inevitablemente herida de paralísis intelectual. Los que antes eran nuestros esclavos suministran un triste ejemplo. Pero entre las clases que tienen representacion i voto en el manejo de la cosa pública de un pais, donde todos son iguales ante la lei, i cada hombre es un poder político, qne así puede producir males como causar bienes, hai poca de esa inercia de ignorancia. La alternativa no es tener o no tener educacion, sino esta otra; habrá de ser bien encaminado el poder de los ciudadanos hácia la industria, la libertad i el patriotismo, o bajo la ominosa influencia del mal i de falsas teorías, habrá de emplearlo en retroceder mas i mas i traer la ruina i la anarquía para sí mismo i para su gobierno?

Si no es educado el pueblo en la escuela de la virtud i la integridad, él se educará en la escuela del vicio i de la iniquidad.

Navegamos, pues, sobre una corriente impetuosa que nos arrastra: tenemos que hacer fuerza de vela contra ella, o dejarnos llevar al mas triste fin.

Segun el censo de 1860 habia en los Estados Unidos 1,268,311 habitantes de mas de veinte años de edad que no podian leer ni escribir, i de ellos 879,418 eran, por nacimiento, ciudadanos norte-americanos. Un tercio de millon de individuos llega anualmente a nuestras costas, venidos del viejo mundo, i centenares de ellos no han recibido educacion; añádase a esta espantosa suma cuatro millones de esclavos a quienes el écsito de la guerra ha dado los derechos de ciudadanos.

Tal es, señor Presidente, la inmensa fuerza a que debemos oponer la índole de nuestras instituciones i la luz de la civilizacion. ¿ Cómo habremos i de hacerlo? El ciudadano americano no tiene mas que una respuesta. Debemos derramar sobre ellos toda la luz que parte de los focos de la instruccion popular; las escuelas públicas. Haremos de ellos ciudadanos patriotas, intelijentes, industriosos, o de lo contrario ellos nos harán descender a su nivel, a nosotros i a nuestros hijos. Así puesta la cuestion, no adquiere a vuestros ojos importancia nacional, reclamando toda la ciencia del estadista para resolverla?

Dijo bien Horacio Mann:

"Que lejisladores i mandatarios son responsables."

"En nuestro pais, i en nuestros tiempos hombre alguno es digno del honorífico dictado de estadista, si en todos sus planes de administracion no entra el dar al pueblo la mayor educacion posible."

"Puede en buena hora poseer elocuencia, tener conocimiento de toda la historia, de la diplomacia i de la jurisprudencia, i por estas dotes reclamar, en otros países, el elevado rango de estadista; pero a menos que sus discursos, planes, trabajos en todos tiempos i en todos lugares no se encaminen a dar mayor cultura i luces a todo el pueblo, nunca llegará a ser un estadista americano."

Los señores que tienen que discutir este asunto hoi, nos dicen que impondrá nuevos gastos al gobierno. Los costos de una empresa es una cuestion enteramente relativa, que ha de determinarse por la importancia del objeto que se tiene en mira.

Veamos ahora lo que, como nacion, hemos hecho en materia de gastos. En 1832 organizamos una oficina de medidas de costas, i hemos gastado millones en la obra. Sus injenieros han triangulado miles de millas, sondeado todas nuestras bahias i radas, e inscrito prolíjamente en mapas los escollos i bajos, estableciendo líneas desde nuestras costas en el Atlántico, hasta el límite estremo al Norte del Pacífico. Ochocientas estaciones han sido creadas para observar las fluctuaciones de las mareas. Enormes sumas hemos gastado con el objeto de conocer perfectamente la topografía de nuestras costas, lagos i rios, a fin de hacer mas segura la navegacion, i miraremos como de poca monta esplorar los límites de aquel

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asombroso imperio intelectual que encierra dentro de sus límites la suerte de las venideras jeneraciones i de esta república? Los niños de hoi van a ser los arquitectos del destino de nuestro pais en 1900!

Hemos establecido un Observatorio Astronómico, desde donde se acechan los movimientos de las estrellas, para calcular la lonjitud, i arreglar los cronómetros en pró de la navegacion. Por este Observatorio pagamos la tercera parte de un millon al año. ¿ Nada importa observar aquellas otras estrellas, que serán en lo futuro las que habrán de guiarnos en nuestra marcha nacional?

Hemos establecido un Consejo de faros que goza de todas las ventajas de la ciencia, para descubrir los mejores sistemas de arreglar señales en nuestras costas, colocando ademas boyas que trazan a las naves camino seguro hácia nuestras radas. ¿I no habremos de crear un Consejo de Faros, para establecer señales para la próxima jeneracion, no ya como luces para los ojos, sino para la mente i el corazon, a fin de guiarse en el peligroso sendero de la vida, i habilitarlos a trasmitir a los pósteros las bendiciones de la libertad?

No hemos puesto en planta una veintena de espediciones, para esplorar las montañas i los valles, los lagos i los rios de este i de otros paises? Hemos gastado sumas inmensas para esplorar el Amazonas, el Jordan, el Rio de la Plata i Chile, las doradas costas del Colorado, i las cupríferas montañas del Lago Superior, en reunir i publicar grandes hechos científicos, en poner de manifiesto los recursos materiales de la naturaleza física. I rehusais la miserable suma de 13,000 pesos para colectar i rejistrar los recursos intelectuales de este pais, los elementos que encierra toda riqueza material, i hacen de ella una ventaja o una maldicion ?

Hemos pagado tres cuartos de un millon por levantar planos para el trazado de un ferrocarril al Pacífico, i publicado con grande costo en trece volúmenes en fólio el resultado, con mapas i grabados. El dinero fué invertido sin reserva ; i ahora que se propone destinar 13,000 pesos para favorecer el desenvolvimiento de la intelijencia de los que habrán de servirse de aquella ruta continental cuando esté terminada, se nos hacen presentes nuestras deudas, i se nos amonesta sobre el esceso de gastos? En verdad que es dificil cosa tratar objeciones tales con el respeto debido a este templo de las leyes.

Hemos establecido una Oficina de Patentes, donde se acumulan anualmente millares de modelos de las nuevas máquinas inventadas por nuestro pueblo. ¿Ningun gasto habrá de hacerse en beneficio de la intelijen. cia que produjo el invento i que ha de dirijirlo? Todos vuestros favores serán para la máquina i nada para el inventor de máquinas? No seré yo quien haga a la Cámara el insulto de creer que espera a que le pruebe que el dinero empleado en la educacion es la mas económica de todas las inversiones; que es mas barato disminuir el crímen que agrandar las cárceles; que las escuelas son mas baratas que las rebeliones. Un décimo

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