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Harvard College Library

Gift of

Archibald Cary Coolidge
and

Clarence Leonard Hay

April 7, 1909.

PENSAMIENTO AMERICANO.

"Cuestan menos las Escuelas que las rebeliones. Un décimo de nuestras rentas empleado cincuenta años ha en la educacion pública, nos habria ahorra. do la sangre derramada i los tesoros gastados en la última guerra."

GARFIELD, Diputado al Congreso de los Estados Unidos.

"Si medio siglo antes cada uno de nuestros pueblos hubiese tenido propaga dores de la educacion, como base de las instituciones libres, no se encontrarian muchos de ellos, de seguro, como al presente, presa de la anarquía."

MARCOS PAZ, Vice-Presidente de la República Arjentina.

"Cuántas desgracias se hubieran evitado si pueblos i gobiernos hubiesen prestado mas atencion a este primordial objeto (la educacion jeneral)." MANUEL MONTT, Ex-Presidente de la República de Chile.

AMBAS AMÉRICAS.

Con este título aparecerá en Nueva York una Revista trimestral de la cual es programa i comienzo el presente número, difiriéndose la publicacion del segundo i subsiguientes, hasta que a vuelta de los vapores que conducen éste a los puertos del Atlántico i del Pacífico, en la América del habla castellana, veamos si se dá a nuestro proyecto la acojida i apoyo que necesita.

El objeto que nos proponemos tiende a satisfacer necesidades que por premiosas ya debieran haber hallado cumplida satisfaccion, cual es el cultivo de la intelijencia del mayor número, i el desarrollo de la riqueza agrícola, con el ausilio de instrumentos perfeccionados de labor.

El Congreso de los Estados Unidos acaba de crear una Oficina o Departamento Nacional de Educacion, confiando la direccion a uno de sus hombres mas eminentes en la materia. El fin que se proponen, es estender la educacion por todo el territorio de los Estados Unidos, i el medio para alcanzarlo, reunir datos estadísticos i hechos que muestren el estado i progreso de la educacion en cada Estado i Territorio, para que este acopio de documentos sirva de guía i estímulo al pueblo todo de los Estados Unidos para la organizacion i manejo de las escuelas, i la adopcion de los mejores métodos de enseñanza.

Algunos Gobiernos sudamericanos tienen algo organizado que se asemeja a esto, i los demas no tardarán quizá en seguir el ejemplo de todas las naciones civilizadas del mundo, cuya tendencia actual es a mejorar la educacion del pueblo, dándole toda la latitud que demandan las necesidades de la época.

Nótanse en los pueblos civilizados movimientos al parecer espontáneos, parecidos a los que en la naturaleza produce la erupcion a un mismo tiempo de los volcanes de diversos i lejanos paises, cual si una misma causa interna los pusiera en actividad. Cuando el Congreso de los Estados Unidos nacionalizaba la educacion comun, la Lejislatura de Nueva York aumentaba de un tercio sus contribuciones para sosten de las Escuelas, la Francia mandaba erijir once mil nuevas de un golpe, la Italia dos mil, i el Parlamento inglés traia al debate de la Reforma electoral la cuestion de la educacion del pueblo. Una corriente eléctrica quizá conmueve las entrañas de la tierra, cuando los volcanes lanzan a la atmósfera sus columnas de fuego, un movimiento histórico de la raza humana, pone el mismo sentimiento, las mismas palabras acaso, en el corazon i en los labios del hombre de Estado en NorteAmérica, Inglaterra, Italia i Francia, no obstante las diferencias de sus sistemas de gobierno. Si la América española se mostrase insensible a la comun influencia que traen estos sucesos no se diria que como en aquellos volcanes estintos que el telescopio nos muestra en la luna, la vida está estinguida en estos pueblos, o no pertenecen por la comunidad de ideas i sentimientos a la gran familia cristiana ? ¿Habrá la crónica contemporánea de clasificarlos entre los pueblos que, como la Turquía, el Japon, u otros de civilizaciones refractarias quedaran por largo tiempo aun fuera de las influencias del progreso humano? Cuestion es esta a que darán respuesta hechos, que, por su propia evidencia, salen del dominio de los mismos que habrán de presentarlos a la contemplacion del mundo.

Pero aun en el caso de seguir el movimiento, mucho tiempo i dinero costaria a los gobiernos sudamericanos el inten

to de crearse, cada uno de por sí, sistemas i métodos de que no se encuentran antecedentes ni en la historia, ni en las instituciones de aquellos paises. La publicacion que vamos a emprender puede servir a aquellos de directorio para informarse de los brillantes resultados de la esperiencia, en el pais que marcha al frente de los otros por la eficacia, jeneralidad i buen éxito de sus instituciones de educacion pública.

Cuando Fulton hubo aplicado el vapor a la navegacion, todas las naciones se apresuraron a adoptar el nuevo principio i mecanismo, como la superioridad del fusil de aguja del ejército prusiano ha movido a las naciones europeas a reformar sus armamentos de guerra. Tal es la tarea que en materia de difusion de conocimientos útiles i de progreso intelectual, impone a la América española la necesidad de colocarse a la altura de las otras; i ello ha de hacerse por los medios directos i conocidos: las escuelas, los libros i el mejoramiento de la agricultura.

Los gobiernos, empero, nada harian de por sí, si la sociedad no les ayudase con su cooperacion eficaz. En los Estados Unidos es el pueblo, i no los gobiernos, quien ha creado la educacion pública: eminentes ciudadanos, asociaciones voluntarias han formado la opinion que sostiene aquella, preparando ademas los sistemas que la hacen eficaz. Las ciudades han impelido al Estado a jeneralizarla i dar al hecho la sancion de la lei. Hoi los Estados donde ya predominan estos principios inducen al Gobierno Nacional a llevarla a los mas remotos, en que todavia no se ha verificado la imprescindible. preparacion del ciudadano para las libres instituciones que le rijen.

Todos, pues, i cada uno de los ciudadanos i de los habitantes de la América española estan llamados a dar impulso a la obra cuyos beneficios refluirán sobre todos i cada uno de ellos.

I aun en esto tenemos que volver al ejemplo que nos dan los Estados Unidos. La nacion, la patria del norte-americano está toda, puede decirse, en la ciudad o aldea en que ha nacido o se estableció despues. Washington, la capital, es so

lo una grande i augusta aldea, que vive de su propia vida municipal, sin absorver la sustancia de los Estados. Si un Presidente muere, el carro funerario aguarda el cadáver a la puerta de la Casa Blanca, para llevarlo al cementerio de la aldea donde aquel nació, o quiso ser enterrado. Cuando el Congreso ordena la impresion de documentos públicos, sobre agricultura, viajes, esploraciones, la edicion se hace a miles de ejemplares para repartirlos entre sus miembros a fin de que estos los envien a sus respectivos Estados i distritos. El Diputado no puede serlo sino por el distrito electoral donde reside, con el objeto de que el vínculo que lo une a su especial ubicacion no se rompa ni se debilite. El Banco, el diario, el correo, el ferrocarril, son atraidos a cada aldea por aquellas fuerzas; i el viajero se asombra al ver en cada punto del territorio el mismo grado de civilizacion, las mismas fábricas, el mismo buen gusto, i aun el lujo i elegancia de los edificios en comarcas recien pobladas, a centenares de leguas de las costas.

Nosotros los sudamericanos tal vez conservamos mucho del espíritu que mató a Roma, con una gran cabeza i un cuerpo enflaquecido. Los bárbaros que se apoderaron de sus dominios, hicieron de su castillo la patria, i de ahí nació para los anglo-sajones, el localismo i el individualismo que aseguraron la libertad con el sistema representativo. I sin embargo, así para el americano del Sur como para el del Norte, la patria, siempre cara al corazon, está donde la suerte se la ha deparado a cada individuo. Allí, grande ciudad o pequeña aldea, existe un mundo, en que puede desplegar toda su actividad. Mejorar la patria es mejorar el individuo, elevarla es levantar mas alto el pedestal que le sirve de base.

No debiera tomarnos de sorpresa el ver en una pequeña ciudad las mejoras en las escuelas, puesto que los niños no han de trasportarse en masa de un lugar a otro distante a aprender a leer. Esto es lo que a cada paso se ve en los Estados Unidos, i en lo que se funda su grandeza, no reconociéndose otro orijen que el haber el Estado adoptado i apropiádose lo que el individuo i la localidad habian ensayado para su propio bien

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